sábado, 13 de abril de 2013

El Senado francés aprueba la ley de matrimonio igualitario


El Senado francés ha aprobado este 12 de abril el proyecto de ley de matrimonio igualitario, con el voto mayoritario de los partidos progresistas y, salvo alguna contada excepción, la oposición de las fuerzas conservadoras. El ministro de Relaciones con el Parlamento ha anunciado que el debate en la Asamblea Nacional tendrá lugar el próximo miércoles 17 de abril, con lo que la aprobación definitiva de la ley se acelera definitivamente.

Socialistas, comunistas, ecologistas y la casi totalidad de los integrantes del variopinto RDSE (integrado mayoritariamente por el Partido Radical de Izquierda) han votado a favor de la ley de matrimonio igualitario, mientras que los senadores de las derechistas UMP (Unión por un Movimiento Popular) y UDI (Unión de Demócratas e Independientes) han votado en contra. A la izquierda, la notable excepción del voto contrario del radical Nicolas Alfonsi, a la derecha la del voto favorable de la senadora por la UDI Chantal Jouanno. Tras la aprobación por la cámara alta, el texto regresa a la Asamblea Nacional en segunda lectura, aunque el fundamental primer artículo de la ley, el que abre el matrimonio y la adopción a las parejas del mismo sexo, ya no será puesto a consideración de la cámara baja, al haber sido aprobado por el Senado sin ninguna modificación.

La ministra de Justicia, Christiane Taubira, ha expresado con su habitual locuacidad su satisfacción por la aprobación del texto legal: “hay en cada uno de nosotros una emoción que embarga a la cámara misma sintiendo la atmósfera que nos rodea en este momento. Habéis fortalecido el pacto republicano simplemente con reconocer la plena ciudadanía a las parejas homosexuales”, declaraba. Mientras, el también socialista Jean-Pierre Sueur, presidente de la comisión legislativa, evocaba “el paso de la vergüenza al orgullo” que representaba la aprobación de la ley. Desde las filas de la oposición, sin embargo, se acusaba a los senadores progresistas de “haber añadido una ruptura social a una crisis social”, según palabras de Jean-Pierre Raffarin, presidente del Consejo Nacional de la UMP.



La sorpresa la ha dado el ministro de Relaciones con el Parlamento, Alain Vidalies, que comunicó el adelanto del debate del proyecto de ley en su regreso a la Asamblea Nacional, para que los artículos que hayan experimentado alguna variación en el Senado sean votados en segunda lectura por la cámara baja. El ministro ha establecido el comienzo de las sesiones para el próximo miércoles 17 de abril, previendo que terminarán el sábado 20. Si el texto es aprobado sin modificaciones en la Asamblea Nacional, la ley se considerará adoptada definitivamente por el Parlamento.

Este adelanto en el calendario ha sido acogido con satisfacción por los partidos progresistas y los defensores de los derechos LGTB, y con rabia e indignación por la oposición conservadora. En un comunicado, el jefe del grupo socialista, Bruno Le Roux, mostraba su acuerdo con la decisión adoptada, estimando que “el debate democrático ha tenido mucho tiempo para desarrollarse. Ha durado seis meses y ocupado las dos asambleas durante más de 100 horas cada una. Pero los opositores a la reforma han distorsionado durante  semanas este debate democrático al elegir la estrategia de bloqueo, la intimidación y, por desgracia, incluso la violencia: enfrentamientos organizados con la policía, operaciones en comando contra los defensores del texto en reuniones públicas, aumento de los ataques homófobos… Esta deriva, impulsada por grupos extremistas y de la que la oposición parlamentaria nunca se ha desmarcado, es intolerable. Revela un espíritu faccioso que no tiene cabida en la República. Es responsabilidad del gobierno hacer respetar el debate parlamentario y proteger el orden público. Este es el significado de esta decisión que cuenta con el apoyo de mayoría”.

El comunicado del presidente del grupo parlamentario de la UMP, Christian Jacob, ha sido de muy distinto signo, arguyendo que “el calendario parlamentario ha sido alterado en condiciones inaceptables, que demuestran un desprecio por la Asamblea Nacional. Se trata de un golpe de fuerza y una tentativa de intimidación que denunciamos con la máxima firmeza. El presidente de la República asume el riesgo de una confrontación violenta con los franceses”.  Hervé Mariton, perteneciente al mismo grupo, ha calificado la medida de “golpe de estado”, mientras que su compañero de filas Philippe Gosselin estimaba que “al acelerar el proceso legislativo para evitar la manifestación prevista por los opositores al matrimonio igualitario del 26 de mayo, el jefe de Estado y su mayoría están dispuesto a lo peor: es una incitación a la guerra civil”.

Ciertamente, con el adelanto del calendario en la Asamblea Nacional, podría ser posible que, cuando los opositores a la igualdad de derechos LGTB se manifestaran por París el próximo 26 de mayo, la ley ya estuviese aprobada por el Parlamento. Aunque su entrada en vigor dependerá de su publicación en el Boletín Oficial, tras la sanción del presidente de la República.

dosmanzanas.com -  Calibán - 12 abril 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario