miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un enemigo del aborto y los gais aspira a dirigir la salud en la UE


Tonio Borg, ayer antes de su comparecencia en el Parlamento Europeo.

El mayor escándalo que ha vivido la Comisión Europea en la última década amenaza con alargarse más de lo previsto. Después de que el maltés John Dalli se viera obligado a dimitir de su puesto de comisario de Salud y Política de Consumidores por un oscuro episodio de tráfico de influencias, el sustituto propuesto por el Gobierno de la pequeña isla del Mediterráneo corre el riesgo de caer antes de ser nombrado. El problema no es, como en el caso de Dalli, una poco recomendable amistad con un lobbista que pidió 60 millones de euros a una empresa sueca de tabaco a cambio de legislar a su favor; los impedimentos se centran ahora en las ideas ultraconservadoras del candidato, el exministro de Asuntos Exteriores de Malta Tonio Borg.

Habrá que esperar hasta la próxima semana para conocer el veredicto final del Parlamento. Pero la decisión que tomen mañana los presidentes de los grupos parlamentarios y el de la Eurocámara ya dejará claro las posibilidades que tiene Borg para hacerse con el cargo. El maltés contará previsiblemente con el voto de los 270 diputados del grupo popular. “Borg ha demostrado ser un candidato sólido para el puesto de comisario y en su comparecencia de hoy ha declarado que está totalmente preparado para esta responsabilidad”, dijo la vicepresidenta del grupo popular, Corien Wortmann-kool. Por contra, todo apunta a que los 144 que suman liberales y ecologistas probablemente muestren su rechazo. Fuentes parlamentarias aseguran que los socialistas salieron divididos, por lo que el resultado final promete estar reñido.

El hombre que hace tres años defendió excluir a las parejas homosexuales de la normativa europea sobre libre movimiento de personas con el argumento de que había que proteger tan solo las relaciones acordes con el interés nacional de Malta se presentó ayer en el Parlamento Europeo con un discurso moderado. "No abandonaré mis convicciones personales", aseguró Borg en su comparecencia de tres horas ante la Eurocámara, pero insistió en varias ocasiones que su ideología no le impediría respetar el derecho europeo.

El maltés quiso blindar  en la Constitución de su país al "no nacido"


“Usted en un extremista incluso bajo los parámetros de un país conservador como Malta”, le espetó un eurodiputado. “¿Cómo puede garantizar que su forma de pensar no influirá en su trabajo como comisario”, le pregunto otro parlamentario. “Respetaré la carta de derechos fundamentales”, respondió Borg, que insistió en varias ocasiones en que asuntos como el aborto deben respetar el principio de subsidariedad, es decir, que cada Estado los regule sin interferencias de la UE.

El problema que encuentran los europarlamentarios verdes, liberales y socialistas es que estas declaraciones de buena voluntad vienen de la misma persona que como ministro de Justicia pidió que la Constitución de Malta estableciera que la vida comienza en el momento de la concepción y que definió el aborto como un asesinato. Varios miembros de la Eurocámara mostraron su preocupación por el hecho de que el autor de estas frases esté a punto de ser nombrado como la máxima autoridad europea en salud, con competencias en materias como las políticas de planificación familiar, enfermedades de transmisión sexual e investigación.

El episodio de Borg recuerda al que protagonizó el italiano Rocco Butiglione en 2004, cuando el presidente de la Comisión Europea aceptó su candidatura para hacerse con la cartera de Justicia, Libertades y Seguridad. El nombramiento de Buttiglione suscitó críticas después de que el político democristiano asegurara que la homosexualidad es un pecado y que la familia existe “para permitir a las mujeres tener hijos y ser protegidas por un hombre que las cuide”. Finalmente, el entonces primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, retiró su candidatura y propuso en su lugar a Franco Frattini.


Un exministro muy conservador

-El conservador Tonio Borg ha expuesto en numerosas ocasiones sus posiciones contrarias al aborto, al divorcio y al matrimonio homosexual.

-Salud reproductiva. Borg ha apoyado numerosas iniciativas y organizaciones contrarias al derecho al aborto. El antiguo ministro de Exteriores maltés ha expresado varias veces que su país no seguirá la “cultura contraria a la vida que recorre otros países”. Fue uno de los firmantes en Malta de la Carta de los Derechos del No Nacido. “Los derechos de los no nacidos comienzan desde el momento de la concepción”, dijo.

-Matrimonio homosexual. Borg cree que solo es familia el matrimonio heterosexual monógamo. Sobre las uniones gais dijo: “¡Esto es lo último que necesitábamos! Tras haber limitado la posibilidad de heredar a las parejas casadas y a los hijos, ahora esperan que extendamos esa protección a aquellos que deciden vivir con alguien del mismo sexo”.

-Divorcio. En 2011, Borg votó en contra de la ley que permite el divorcio en Malta. Finalmente -tras un referéndum popular y la aprobación del Parlamento con 52 votos a favor, 11 en contra y 5 abstenciones- fue aprobada.

-Derechos humanos. Amnistía Internacional y otras organizaciones han criticado varias veces a Borg por sus duras políticas de asilo. También el Consejo de Europa le llamó la atención sobre su política de detención de inmigrantes en situación irregular.



EL PAÍS.com - Luis Doncel - Bruselas - 13 NOV 2012

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