miércoles, 28 de octubre de 2009

UN PLANETA VEGETARIANO SERIA LA SOLUCIÓN

La emisión directa de metano en las granjas de vacas y cerdos es la principal fuente de gases de efecto invernadero. Lord Stern


- Lord Stern, el mayor experto contra el cambio climático, culpa a la carne de emitir gases de efecto invernadero.
- Las granjas de vacas y cerdos son la principal fuente de metano.
- "La gente debe tomar conciencia de que lo que come es importante".

El máximo responsable de la lucha contra el cambio climático en Reino Unido ha dicho en una entrevista exclusiva al diario británico The Times que la única vía para salvar el mundo es que todo el planeta se haga vegetariano.
Comer carne contamina y requiere un uso desmesurado de agua El gurú británico de la lucha contra el calentamiento global se llama Lord Stern. Fue vicepresidente del Banco Mundial y es un destacado economista y profesor de la London School of Economics al que el primer ministro Gordon Brown encomendó la tarea de asesorarle en asuntos de política ambiental.
Lord Stern asegura que "comer carne requiere un uso desmesurado de agua e incrementa los gases de efecto invernadero. Una dieta vegetariana es mucho mejor".

Emisión de metano
La emisión directa de metano en las granjas de vacas y cerdos es la principal fuente de gases de efecto invernadero, señala Lord Stern. El metano es 23 veces más agresivo que el dióxido de carbono de cara al calentamiento global.
Lord Stern ha pedido que la próxima 'Conferencia sobre el Cambio Climático de Copenhague', a celebrar en diciembre, trate los costes de la producción de carne y otros alimentos que generan de forma similar grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
La gente cambiará su alimentación cuando se empiecen a preguntar el índice de carbono que tiene lo que van a comer Según The Times este experto sabe que no es fácil que la gente cambie su hábito de alimentación carnívora, pero cree que es su cometido decirle a la gente que "sus hábitos de vida influyen en el cambio climático y que lo que comen también importa".
"Yo tengo 61 años y mi actitud hacia, por ejemplo, beber alcohol y conducir han cambiado de forma radical de cuando era joven. La gente cambia porque se vuelve responsable. También ocurrirá lo mismo cuando se empiecen a preguntar el índice de carbono que contiene lo que van a comer".

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